UNA PATATA Y 
MIL SOLUCIONES

Ya habíamos visto que los limones eran eléctricos... y la cosa no queda ahí.
Al parecer, la patata sirve para limpiar visillos, para sacar brillo a la cerámica e incluso a los zapatos... y además, también sirve como generador de electricidad.

Dándole vueltas al experimento de cargas eléctricas a través de limones, los alumnos también se apuntaron a probarlo con patatas.


Repetimos la operación, y esta vez son ellos y ellas los que se apañan por su cuenta para llevar a delante el experimento y conseguir mediciones de electricidad.

Cuando nos han mostrado a los demás su trabajo, nos hemos quedado impresionados por lo bien que se desenvuelven en el laboratorio. Y algunos en serio que podrían pegar el salto a las cocinas modernas, porque además de científicos, parecen profesionales al servicios de un gran chef.

Ni una sola patata machacada y el instrumental y la mesa siempre limpia.


Hemos notado la evolución desde el anterior experimento de limones a este.


Una vez comprobado el rendimiento eléctrico (0,57), parece que con solo media patata se consigue casi lo que se alcanzaba con cuatro mitades de limón...

De modo que cuando digamos que nos hemos comprado una patata de cargador, si hablamos con propiedad, debería significar que ese cargador es muy bueno.