Todas las personas con las que hemos compartido esta experiencia del centro de masa, se han quedado alucinadas porque nuestro pájaro, además de ser bonito y barato, consigue un equilibrio que parece imposible.
El grupo de física ha realizado varios modelos hasta conseguir uno que resultaba perfecto en tamaño y diseño. El último modelo ya no necesitaba refuerzos en el pico ni contrapesos en las alas. Le bastaba con la resistencia y el peso del papel.

- La primera fue "intentarlo muchas veces"
- Y la segunda fue "hacer caso de lo que veían los ojos".
Al parecer, querían que el pájaro fuera de papel, que la plantilla se pudiera fotocopiar y que fuese de gran tamaño, para que impresionara más. Todas estas condiciones no se podían dar a la vez y la cosa se complicó. Para encontrar este diseño y estas proporciones, descartaron unas cuantas pruebas y todo cambió cuando se dieron cuenta de que el papel solo permitía un límite de tamaño.

El grupo de física preparó una copia para cada uno y fue un momento precioso en el que todos parecíamos un club de pájaros amaestrados.
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